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Este viernes 22 de marzo ha tenido lugar la XIV edición del concurso PorgramaMe en Centro San Valero. Más de 60 alumnos del Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma y Desarrollo de Aplicaciones Web de centros educativos de Aragón, Soria, La Rioja y Navarra han competido durante toda la jornada para conseguir alzarse con el primer premio.
La presente edición se ha desarrollado gracias a la participación de importantes empresas como son NTT DATA, GOLIVE, KPMG, EDELVIVES y Universidad San Jorge, así como el AMPA del Centro. Al inicio de la jornada tuvieron la oportunidad de compartir unos momentos con los alumnos en los diferentes stands mientras se realizaba el registro. Posteriormente, los participantes han dispuesto de 4 horas para resolver entre 8 y 12 problemas donde deben programar sus soluciones en C, C++ o Java. Cada vez que un problema era resuelto se elevaba un globo, de esta forma, se podían ir contado los puntos de los equipos.
La entrega de premios tuvo lugar por la tarde en el Salón de Actos de Centro San Valero.
Primer clasificado el equipo Elmillovers del IES Comercio de Logroño, el premio ha consistido en un Smartwatch Xiomai Watch 2 Plata para cada uno.
Segundo clasificado el equipo Hipervínculos del CPIFP Los Enlaces de Zaragoza, el premio ha consistido en un altavoz JBL Flip 6 para cada uno.
Tercer clasificado el equipo Unholy Bitbots de IES Comercio de Logroño, el premio ha consistido en un auricular JBL Tune Beam True Wireless para cada uno.
En esta edición se han entregado una mención de honor:
Mejor equipo con mayor representación femenina que ha recaído en el equipo Don BossCode del centro Salesianos de Zaragoza. El premio ha sido entregado por Daniel Covacho y Javier García de Edelvives y ha consistido en un auricular bluetooth Fresh'n Rebel Code Fuse para cada uno.
Esta jornada se ha celebrado el concurso regional, donde se han decidido los clasificados que participarán en la final nacional en la Universidad Complutense de Madrid que se celebrará en el mes de junio. El concurso supone para los alumnos un reto, y un cambio en la forma de aprender programación, lo que incrementa su motivación. En lugar de verse forzados a realizar ejercicios sin un fin claro, entran en una dinámica de competición colaborativa contra equipos de otros centros.